En este mes de septiembre el clima social que afecta al conjunto de las y los explotados y oprimidos, trabajadores y sectores populares en lucha, es bastante hostil. La impresionante demagogia de los medios de comunicación y todo el aparataje político, policial y militar de la clase dominante se despliegan de manera brutal en defensa del Estado y el orden de cosas vigente. Es en este momento en donde los libertarios tenemos que pronunciarnos y difundir nuestras orientaciones públicamente en los espacios de lucha de las y los proletarios del territorio controlado por el Estado chileno, América Latina y el mundo.
Nuestra alternativa, construir poder popular contra el estado y el capital
El Estado chileno, como aliado estratégico del imperialismo Norteamericano en la región, contribuye intensamente a diario a la represión del Pueblo Mapuche y de los sectores movilizados de la clase trabajadora. Mediante la implementación de diversas herramientas de violencia y control, la Burguesía intimida a la clase explotada “chilena” y al Pueblo Mapuche, para que no se organicen y hagan frente a la sociedad de clases y al Capital. Las expresiones organizativas engendradas desde las luchas de nuestra clase son el germen del mundo nuevo que llevamos dentro, nuestros enemigos lo saben y por esa razón intentarán ahogarlas de cualquier manera.
Nuestra alternativa, en consecuencia, se esfuerza por avanzar en la construcción estratégica de Poder Popular, entendiendo éste como el proceso en que nuestra clase genera iniciativas de auto-organización desde la base que la llevarán a un enfrentamiento directo con la clase propietaria, amenazando de esta manera la sobrevivencia del orden burgués. El Poder Popular, sobrepasará todo tipo de estructuras partidarias, burocracias sindicales y formas de control ya sea interno o externo al proletariado, logrando así gracias a la auto-actividad de las masas, la posibilidad de la superación revolucionaria de la sociedad capitalista en su etapa imperialista, la socialización de los medios de producción y la abolición del poder político, actualmente en manos de una ínfima minoría explotadora, la burguesía mundial.
En este sentido, consideramos que nuestra principal tarea para el actual período, consiste en continuar fomentando desde abajo la auto-organización y la construcción de diversas instancias de Poder Popular en los espacios en que cotidianamente nos desenvolvemos como sujetos sociales: los centros de trabajo, los centros de estudio y nuestros barrios. En el transcurso de este camino, sabemos que el Estado seguirá atacando, criminalizando, reprimiendo y asesinando a nuestros compañeros y compañeras. Nuestros muertos los tenemos siempre muy presentes en nuestra memoria y en septiembre su recuerdo se hace más patente y nos da aún más fuerzas para continuar ayudando a la reconstrucción del tejido social devastado por los militares y desarticulado por los gobiernos democrático-burgueses.
Frente al actual escenario de creciente criminalización y violencia de clase hacia nuestros hermanos y hermanas en lucha (Mapuche, dirigentes de base y sindicales, estudiantes, okupas, etc.), consideramos que nuestra única alternativa es continuar apostando al fortalecimiento y crecimiento de nuestros espacios de lucha, y a hacer efectiva la solidaridad de clase, superando toda clase de sectarismo y divisiones autoimpuestas que solo benefician al Estado-Capital.
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