La propuesta del FEL para las Concejerias FECh

Como eje principal, apostamos a imprimirle a la FECH una lógica organizativa distinta, horizontal, en la que seamos los estudiantes quienes colectivamente y desde abajo, definimos en forma democrática las políticas y las posturas que la federación toma. De lo anterior se desprende que entendemos el cargo de Consejero como un Vocero, que participa activamente en los espacios de discusión propios de su facultad y defiende en las instancias pertinentes las posturas decididas previamente a nivel local.

Además, en la medida que estamos comprometidos con la construcción de una Universidad y Sociedad distintas a la actual, creemos que el movimiento estudiantil de la Universidad, independiente de la coyuntura electoral, debe trabajar en forma colectiva, solidaria y democrática, los siguientes ejes:

1. Educación Pública y Universidad al servicio de las mayorías

Actualmente tanto en nuestra Universidad como en el resto de las instituciones que imparten educación, los conocimientos y valores que se entregan terminan por formar profesionales y trabajadores dóciles con el modelo económico imperante, preocupados en forma exclusiva de ascender socialmente y dispuestos a satisfacer sin la menor crítica, la demanda de mano de obra calificada que el mercado exige.

Sin embargo, creemos que la educación puede convertirse en una potente herramienta de transformación social, en la medida que la producción de conocimiento esté orientada a satisfacer las reales necesidades de las grandes mayorías postergadas. Dentro de ese marco, estamos convencidos de que los estudiantes podemos aportar un grano de arena en imprimirle a nuestra Universidad y al modelo educacional en general, una orientación distinta, que cuestione y apueste a transformar además del modelo educativo, las bases mismas de la sociedad actual.

2. Una nueva política de ingreso:

Para nadie es un misterio que la P.S.U. más que medir conocimiento es un filtro de clase que tiende a seleccionar por estrato socio-económico y no por capacidades o aptitudes, por lo que la Chile y buena parte de las universidades tradicionales se siguen elitizando año tras año. Y si bien, la educación en todos sus niveles constituye a priori un poderoso filtro de clase, creemos fundamental que los estudiantes presionemos por crear mecanismos de acceso que logren paliar en algo, las enormes desigualdades generadas por el modelo, apostando a que el conocimiento se encuentre a disposición de todos y no sólo de la minoría privilegiada que puede pagar por él.

3. Triestamentalidad real y Co-gobierno

Los estudiantes tenemos mucho que aportar en la construcción de nuestra universidad, pero lamentablemente las instancias que como estamento poseemos en la definición de las políticas que asume nuestra casa de estudios son insuficientes, ya que a pesar de que en los estatutos se abren ciertos espacios de participación, como el Senado Universitario o los Consejos de Escuela, lo anterior no necesariamente se ha visto reflejado en una mayor incidencia estudiantil en la elaboración de políticas universitarias. Creemos que tal situación se debe, a que por una parte, dichos espacios no cuentan con un vínculo real y directo con los estudiantes de base, y por otra, a que las decisiones más relevantes finalmente se zanjan en instancias en la que nuestra participación como estudiantes es sólo anecdótica o incluso, inexistente.
Siendo coherentes con lo anterior, consideramos necesario democratizar profundamente la estructura interna de la universidad, lo cual junto con exigir participación formal en los espacios de decisión relevantes (como por ejemplo el derecho a voto en los Consejos de Facultad, o la participación en la elección de las autoridades universitarias), pasa también, por construir desde abajo una lógica horizontal de entender el cogobierno universitario, en la cual todos los estamentos participemos desde la cotidianeidad de nuestros espacios de discusión colectiva, en la elaboración de los consensos necesarios para dar vida a una Universidad fuertemente comprometida con su entorno social.

4. Articulación con otros sectores sociales en lucha

Las tareas que históricamente nos hemos planteado desde el movimiento estudiantil son enormes, y el anhelo colectivo de construir una educación no-mercantil, solidaria con los intereses de las mayorías, sólo será posible concretarlo en la medida que nuestras reivindicaciones sean asumidas por un movimiento social amplio, que junto con luchar por una educación distinta, también se preocupe de construir una alternativa de sociedad que rompa con la actual.

De lo anterior, resulta evidente la necesidad de articularnos y trabajar codo a codo con todos los sectores que desde sus respectivos espacios dan la pelea por una vida digna, sean estos secundarios, profesores o trabajadores en general. Cabe recordar que dicha unidad se puede ir forjando desde nuestra propia cotidianeidad, en la medida que seamos capaces de lograr mayores niveles de coordinación con los funcionarios y demás trabajadores de nuestra universidad, y también, construyendo vínculos directos con nuestro entorno social más cercano, ya sea en los alrededores de nuestros lugares de estudio, o con los diversos actores sociales con los que compartimos a través de nuestro proceso de formación.


Finalmente, invitamos a todos los estudiantes que sienten la necesidad de trabajar por una U y una sociedad distintas, a re-discutir este programa, re-pensando los elementos que sean necesarios, y buscando las formas de aterrizarlo. La invitación claro está, es una invitación a construir una nueva Universidad todos los días del año, no sólo durante las elecciones, y desde todos los espacios que sean necesarios.

DESDE ABAJO, A CONSTRUIR UNA NUEVA UNIVERSIDAD
Bryan Seguel - Filosofía y Humanidades
Felipe Ramirez - ICEI
Victor Vallejos - Medicina