El día lunes 29 de septiembre en Argentina Marcelo Villarroel y Freddy Fuentevilla fueron condenados a tres años y seis meses de prisión, mientras el gobierno chileno exige su extradición debido a su supuesta implicancia en el asesinato del cabo Moyano. A la par los medios de comunicación realizan una intensa campaña de criminalización en contra de nuestros compañeros, en un intento de evitar la solidaridad que siempre debe existir entre luchadores sociales.
Se intenta presentarlos como lumpen, delincuentes, con taras sicológicas, extremistas sin proyecto, asesinos, borrachos y cuantas mentiras se les ocurran a estas personas que se dicen periodistas. Si estas personas al menos supieran en una pequeña medida ejercer su profesión éticamente, investigarían un poco más, pero sabemos que los medios de la derecha mienten, tal como inventaron falsos enfrentamientos en dictadura, de manera conciente.
Lamentablemente la campaña de difamación parece estar resultando, en la medida que la izquierda se desmarca de los compañeros y los ignora, el mensaje del gobierno, ese que le trata de quitar el contenido político al discurso y las acciones de los compañeros, esta surtiendo efecto en todos aquellos que anteponen a sus ideales socialistas, libertarios y revolucionarios las conveniencias políticas electorales. ¿Qué diría mi vecino, el burócrata sindical, universitario, municipal si yo apoyo a estos “anárquicos y terroristas?, ¿cómo apoyar a estos ingobernables si yo abogo por un gobierno popular?, como bien decía hace un par de días un comunicado anónimo.
Podemos estar o no estar de acuerdo con las acciones de algunos compañeros, podemos creerle a quienes han luchado junto a nosotros en diferentes espacios sociales o podemos creerle a La Segunda, que en su edición electrónica miente descaradamente intentando nuevamente criminalizar a Elena Varela, así como presenta la participación en el colectivo “Kamina Libre”, como un delito por el simple hecho de serlo. Pero nada puede justificar el abandonar a dos compañeros presos por la cuestionable justicia chilena y argentina.
En Chile los crímenes de Alex Lemun, Matías Katrileo, Jhonny Cariqueo siguen impunes, mientra sus verdugos continúan en las filas de Carabineros o incluso son homenajeados como sucedió con el señor Bernales. Para que hablar de los crímenes de la dictadura o los mas de cien asesinados en esta democracia para ricos. Como dice una canción un tanto antigua y que parece que muchos ya olvidaron, “hoy por ti, mañana por mi...”. Sino recordemos las palabras de Bertold Brecht, aunque claro, siempre podemos quedarnos mirándonos al espejo mientras a los compañeros los encarcelan, confiando en que no seremos los próximos. La única salida a la persecución de los luchadores sociales, es la solidaridad.
¡¡Libertad a los presos políticos lautaristas y mapuche!!
¡¡Fin a la criminalización de la lucha popular!!
Frente de Estudiantes Libertarios - Santiago
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