Esta semana será crucial para
determinar el camino a seguir del movimiento estudiantil tanto a nivel de la
Universidad de Chile como a nivel nacional. En distintas universidades del
país, los estudiantes, comprendiendo el momento histórico en el que estamos
inmersos y considerando que como movimiento estudiantil no hemos obtenido
ninguna reforma estructural del sistema educativo, han descartado la estrategia
de volver a clases con “movilización”.
Esta decisión se basa en que continuar con las movilizaciones en clases, es una falacia, en la medida que las exigencias académicas propias de la formación universitaria nos impedirían continuar participando activamente de muchas de las tareas que requiere el estar movilizado y, por otra parte, entrega nuetsra única herramienta de presión efectiva que tenemos como movimiento. Bajar las movilizaciones ante un escenario en donde el Estado está ad portas de aprobar la Ley de Presupuesto de la Nación (30 de noviembre), el ejecutivo presentará una nueva propuesta elaborada por su grupo ‘’técnico’’ en Enero y donde sectores reformistas y del gobierno apuestan a trasladar el conflicto hacia el congreso, redundará en que estos casi cinco meses de movilizaciones por reformas de fondo hayan sido en vano, puesto que históricamente la clase política al servicio de los intereses empresariales, ante la ausencia de un movimiento social fuerte y movilizado, ha apostado a desactivar la protesta social en los canales institucionales del estado y gobernando a espaldas de las legítimas demandas de nuestro pueblo.
También es importante considerar el
fuerte valor simbólico y el rol que tiene nuestra universidad en la sociedad, y
que la decisión que tomemos esta semana será una señal hacia el movimiento estudiantil y la sociedad en
general. La Casa Central en toma ha sido uno de los referentes más potentes que
ha tenido esta movilización (a pasos de La Moneda), pero mantener dicha
ocupación sin estar movilizados sería un acto irresponsable con el movimiento.
Ahora bien, independiente del
resultado que decidan los estudiantes de la universidad en el referéndum de
esta semana, como organización llamamos y asumimos el compromiso de todos
nuestros compañeros a mantener un estado de participación y agitación
permanente, con o sin clases. La revolución es un proceso que se crea y
se forja entre todos, es un proceso largo que exige un compromiso de cada
compañero a trabajar por una sociedad diferente constantemente, construyendo
organización y poder alternativo real en cada espacio social, fortaleciendo la
organización de base y fortaleciendo nuestra conciencia y claridad política.
Este compromiso debe ir más allá del resultado de este referéndum, e incluso,
debe ir más allá de esta misma coyuntura.
En el mismo sentido, llamamos a
mantener constante la lucha por las reivindicaciones de nuestro pueblo, e
internalizarlas como parte de nuestra vida cotidiana. En caso que gane la
opción de NO realizar el segundo semestre hasta que consigamos victorias
concretas, debemos asumir el compromiso político que esta decisión implica:
Debemos participar en las actividades
del paro, participar en instancias de construcción de poder popular y
estudiantil, de vinculación con otros actores sociales, crear un proyecto
público de educación, trabajar en nuestras asambleas territoriales y con
nuestras mismas comunidades educativas. Debemos trabajar con mayor razón y
fuerzas estando en paro, para dotar de sentido y praxis a nuestra lucha.
Finalmente, es en concordancia con
la situación histórica que hemos construido y que estamos viviendo, con que
muchos compañeros a nivel nacional que ya han asumido el compromiso de seguir
movilizados, de que si no hemos ganado hasta ahora paralizando nuestras
actividades académicas mucho menos lo lograremos con ellas, es que como
Frente de Estudiantes Libertarios, llamamos a nuestros compañeros de la
Universidad de Chile a votar por NO INICIAR EL SEGUNDO SEMESTRE, manteniéndonos
activamente movilizados y a
proyectar las movilizaciones más allá de esta coyuntura en un proceso mayor de rearticulación de los trabajadores y los sectores populares.
En el camino de la revolución.
Construyendo la alternativa clasista y libertaria.
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