Montevideo. Agosto 2011
Desde nuestra organización Plenaria Memoria y
Justicia, queremos saludar la lucha de los/as estudiantes y trabajadores/as de
la educación en Chile. Desde aquí estamos atentas/os a esa lucha del pueblo
chileno llena de esperanza.
Hace décadas que las calles de Chile no sentían
ese calor, hace décadas que esas calles no sentían la vibración de miles y
miles de pasos haciendo temblar la injusticia. Saludamos esa esperanza colectiva
que cimienta intentos de construcción popular.
Hemos conocido con emoción noticias que nos
enseñan pequeños pasos en la larga y dura, no por ello menos hermosa, socialización
del poder desde la aguerrida movilización social. Construcción que se consolida
pese a la represión de la protesta estudiantil y a la criminalización de la
lucha social.
Que hoy por ejemplo desde la toma de los liceos
se estén dando importantes experiencias para autogestionar la educación, es una
actitud profundamente radical de autonomía del movimiento estudiantil. Es un
paso cualitativo en la lucha contra la mercantilización de la educación y la elitización
del conocimiento que impuso la dictadura, que tuteló celosamente la Concertación y que
hoy sigue profundizando la
Derecha.
Cuando tomamos conciencia colectiva de nuestra
fuerza, cuando no tememos porque somos muchas/os más, somos capaces de
enfrentar el desafío de construir alternativas de poder. Son muchos los hitos
que también hacen parte de esta historia: sin ir muy lejos, las movilizaciones
estudiantiles del 2001, la “revolución pingüina” del 2006 y las movilizaciones
de los trabajadores subcontratados del cobre y forestales el 2007. Y sobre todo
cada instante de construcción colectiva silencioso, humilde y cotidiano, muchas
veces hecho a contracorriente.
Sabemos que las mesas de negociación nada
solucionan, estas estrategias que emanan desde arriba, desde los que se
pretenden dueños de todo, sólo buscan calmar su miedo de perder sus privilegios
acallando el grito de rebeldía del pueblo, aplastando su digna y necesaria
lucha. La única solución viene del pueblo como sujeto social capaz de exigir
con fuerza sus demandas, y de construir colectivamente sus derechos sociales. Sabemos
también que estos procesos se dan de manera heterogénea y llenos de
contradicciones, que se manifiestan en diversas propuestas y alternativas.
Nos asombra la claridad de los sectores de la
izquierda de intención revolucionaria para aprender de esas experiencias, para
mirarse con autocrítica y generosidad, pero sin autocomplacencia, para aprender
de sus propios errores y aciertos en estos años de construcción. Sabemos que
están ahí en la pelea cotidiana, disputando la realidad minuto a minuto en cada
establecimiento tomado, en cada marcha, en cada asamblea, en cada sindicato.
Compartimos esa certeza de que el pueblo sólo
puede construir su historia si se articulan sus distintos actores sociales:
trabajadoras/es, pobladores/as, campesinos/as, pueblos originarios y
estudiantes. Son la organización y la lucha social los cimientos de toda
construcción de poder popular. Hoy en Chile los/as estudiantes, trabajadores/as
de la educación y los trabajadores/as del cobre son un digno ejemplo de esta
lucha.
Desde aquí les mandamos un abrazo fraterno y libertario.
¡¡ARRIBA LXS QUE LUCHAN!!
Plenaria Memoria y Justicia