El debate “abierto e inclusivo” del MINEDUC
El pasado 15 de Marzo, se reunieron junto a Jose Ugarte, jefe de la división de educación Superior del MINEDUC (DIVESUP) representantes de la Camara de Diputados, Representantes del Consejo de Rectores, de Universidades Privadas, de Federaciones de Estudiantes y Académicos para comenzar a definir los principales desafíos de una “mesa amplia que apunte a los puntos centrales de la agenda de educación Superior[1]”. Según las palabras del diputado Rodrigo Gonzalez (PPD) “fue una reunión muy fructífera, donde acordamos una agenda temática sobre Educación Superior que se va a desarrollar durante todo el primer trimestre y que busca culminar con una propuesta lo más avanzada y consensuada posible sobre los grandes temas y desafíos que tiene la Educación Superior para Chile y que va a culminar en un gran Congreso en el Congreso Nacional[2]”.
Este encuentro marca el inicio del “Año de la Educación Superior” para el gobierno, y la discusión de una serie de reformas que buscan entre otras cosas generar una nueva institucionalidad en ESUP, generar una nueva forma de financiamiento estatal hacia la investigación (Convenios de Desempeño), generar un Sistema Único de Créditos y Becas, reformular Becas Chile en un sistema crediticio y transparentar la oferta de pregrado[3]. En general, estas reformas apuntan a articular de mejor manera la relación entre las universidades y el sector empresarial, consolidando el mercado educativo y equiparando en relación al financiamiento, institucionalidad y Misión Educativa a universidades privadas y estatales; sin abordar problemas como la segmentación universitaria y el alto costo de la educación, entre otras cosas.
Tampoco es casual que las reformas que se están planificando se orienten al perfeccionamiento del negocio educativo. La movilización que hoy sostienen compañeros/as de la Universidad Central en contra de la venta de esta casa de estudios a una inversionista ligada a la Democracia Cristiana (DC)[4] y en 2006, la toma de la Universidad ARCIS de propiedad del Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz (ICAL) del Partido Comunista (PC) y del ex mirista Max Marambio, son solo un par de ejemplos de cómo la clase política chilena tiene intereses económicos particulares en cuestiones educativas. Además de ser un negocio lucrativo, las universidades se han convertido en bastiones ideológicos de grupos de poder, como sucede en el caso de la Universidad de los Andes y la Universidad del Desarrollo ligada a posiciones de ultraderecha[5]. La presencia de dirigentes estudiantiles en esta mesa de discusión, entre ellos Camila Vallejos (Presidenta FECH), no garantiza que nuestra posturas sobre el futuro de la ESUP sean defendidas en esa mesa ya que sin un proceso reflexivo y participativo de los estudiantes, las dirigencias terminan defendiendo las posiciones de sus partidos que no necesariamente se corresponden con nuestros intereses.
Como estudiantes somos el principal objeto de las políticas educativas y quienes debemos sufrir las consecuencias de su implementación y por tanto somos quienes no podemos desentendernos ni guardar silencio ante los cambios que se están planificando en la ESUP chilena. La mercantilización de nuestros derechos no es un proceso abstracto ni una consigna agitativa, sino una realidad que se expresa cotidianamente en nuestras vidas, siendo el traspaso del SEMDA al hospital clínico, el alza de aranceles año a año y la demora en la entrega de becas de mantención solo las ultimas expresiones de un proceso que se gesto en dictadura y se perfecciono en democracia.
A pesar de ser los principales afectados, como estudiantes hemos sido incapaces de incidir en los debates que se dan entorno a la educación en Chile. En parte, esta falencia puede ser atribuida al hecho de que como movimiento estudiantil hemos sido incapaces de construir un proyecto de educación pública propio y ajeno a los intereses de los partidos politicos, por lo cual es necesario cuestionar como se han elaborado las demandas y propuestas del movimiento estudiantil en general y en particular en nuestra universidad.
Los petitorios CONFECH y la participación estudiantil
Desde la derrota que significo la aprobación de la Ley de Financiamiento para la Educación Superior en 2005 y la Ley General de Educación (LGE) en 2008, el movimiento estudiantil ha sido incapaz de constituirse como un actor relevante en las luchas sociales. Muchos de los análisis de aquel entonces, coincidieron en que uno de los factores que influyeron en estas derrotas fue el carácter meramente reactivo del movimiento y por ende la falta de un proyecto propio de educación. En función de este análisis, la CONFECH 2009 llama a movilizarse en torno a un petitorio en cuya construcción no existió ninguna participación de los estudiantes de base y que entre otras cosas abogaba por la “valoración de las instituciones según su rol público e independiente de su propiedad [6]” que implicaba el financiamiento de universidades privadas con fondos estatales. Ante la poca acogida de las demandas planteadas por la CONFECH por parte de los estudiantes y la negativa del MINEDUC a las demandas de la agenda a corto plazo, las dirigencias estudiantiles junto a otras organizaciones sociales vinculadas a la educación, llaman en el segundo semestre a un Congreso Nacional por la Educación para dar legitimidad a estas demandas. Los resultados de dicho congreso, apenas fueron socializados, sus acuerdos fueron suscritos por dos candidatos presidenciales y no tuvieron mayores repercusiones en un movimiento estudiantil que fue instrumentalizado con fines electorales.
Las demandas de la CONFECH en el año 2010 son reelaboradas en parte a las criticas que emergieron en el congreso mismo y por la poca acogida que tuvo en el estudiantado en general. Estas demandas seguían manteniendo la idea de reconocer a las “Universidades con Rol Público”, planteando que este tipo de instituciones privadas debiesen ser financiadas en 50% con recursos estatales. A diferencia del año anterior, petitorio CONFECH 2010[7] presentaba propuestas mucho más concretas y elaboradas, sin embargo, estas seguían manteniendo una lógica de construcción en la que la que la gran mayoría de los estudiantes fuimos excluidos y nuestra opiniones y criticas ignoradas.
A pesar de esto, las movilizaciones fueron adquiriendo fuerza a nivel nacional. Las manifestaciones publicas realizadas el 27 de mayo, el 1 de junio y el 18 de agosto congregan en promedio a 5000 estudiantes. En nuestra universidad se paralizan el Campus JGM, Campus Antumapu y la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU). Estas movilizaciones, impulsadas principalmente por los anuncios de reforma del gobierno empiezan a evidenciar la necesidad de elaborar sus propias demandas y propuestas para la educación, siendo el petitorio de campus JGM, un ejemplo paradigmatico en la construcción de proyecto de lucha para el movimiento estudiantil construido por los mismos estudiantes, ajenos a lógica partidista del CONFECH. La tensión generada por un proceso de construcción de demandas con una lógica participativa y democrática en nuestra universidad que contradecía muchos de las propuestas elaboradas por las dirigencias del CONFECH, intento resolverse en la universidad mediante un referéndum que pretendía zanjar las posturas políticas divergentes. Sin embargo, esta forma de zanjar la discusión fue fuertemente criticada tanto por sus falencias técnicas[8] como por la intención de reducir la participación estudiantil al mero hecho de votar, siendo sus resultados bastante tardíos y discutibles debido a su bajo quorum (solo un 18% del “universo de votantes” participo de la votación). Finalmente, las movilizaciones en la universidad fueron perdiendo fuerza en la medida de no tener un objetivo claro, ante lo cual, parte de la dirigencia de la FECH 2010 propone una salida al conflicto con una serie de demandas a corto plazo[9], las cuales tampoco tienen mayor resonancia en los estudiantes que terminan deponiendo las movilizaciones en sus facultades sin obtener mayores logros.
¡A Construir desde abajo movimiento estudiantil!
Si bien los dirigentes han jugado un rol importante en el reflujo del movimiento estudiantil, al intentar imponer “desde arriba” demandas que no representan los intereses de los estudiantes, es imposible reducir el análisis a este puro factor. Existen condiciones materiales y subjetivas que también han contribuido a esta tendencia, sin embargo, enumerarlas y describirlas escapa al propósito de este articulo.
Lo que si nos interesa, es recalcar que en parte la constitución de los estudiantes como agentes pasivos de las politicas educativas también es responsabilidad de los mismos estudiantes. De la misma manera que hemos tenido un rol meramente reactivo ante las propuestas del gobierno, en muchos casos nuestro accionar se ha limitado a criticar y reaccionar frente a las propuestas provenientes de nuestros dirigentes, sin ser capaces de proponer una alternativa de construcción de demandas y propuestas para la educación que vaya más allá de nuestros espacios locales.
Este año es clave en cuanto a reformas en la ESUP, y es necesario que manifestemos nuestro descontento en la calle, en las marchas y en las distintas movilizaciones que se vayan gestando durante el año, tal como sucedió hace unos días en la toma pacifica de la JUNAEB. Pero, nuestro rol no puede limitarse a ser un mero rebaño, ni una masa acrítica de gente que actúa irreflexivamente. Es necesario que nos hagamos cargo del futuro de la educación , que aportemos con nuestras preguntas, inquietudes e ideas a la construcción de un proyecto educativo igualitario, democrático y al servicio de las mayorías, asi como es necesario que nuestros dirigentes se constituyan en voceros de nuestros intereses. La experiencia del año pasado en JGM, Antumapu y en FAU, nos demostró que es posible es construir un movimiento estudiantil con otras logicas organizativas, es decir, democraticas, horizontales y aquellas que emergen desde los mismos estudiantes.
Solo participación masiva, critica y propositiva de los estudiantes puede cambiar el futuro de la educación. Si nos ausentamos, los mismos de siempre, es decir, los dueños de las universidades, los medios de comunicación, la salud y las empresas terminaran por transformar la educación en una mercancía más con la cual lucrar.
¡Arriba l@s que luchan!
[2] Ibid.
[3] Un análisis de las reformas Anunciadas por Jose Ugarte de la DIVESUP, se encuentra disponible en Tribuna Libertaria Verano/2011 y también en http://feluchile.blogspot.com/2011/03/tribuna-libertaria-verano-2010-parte-1.html
[4] Mas información sobre la movilización en la U. Central disponible en http://www.elciudadano.cl/2011/04/12/estudiantes-de-la-universidad-central-continuan-con-movilizaciones/
[5] Un ejemplo del carácter ideológico de estos “proyectos educativos”, lo constituye la promoción de terapias para “curar” la homosexualidad promovidas las escuelas de psicología de estas universidades.
[6] Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH) 2009, Movilización Nacional Estudiantil.
[7] El petitorio CONFECH del año 2010 se encuentra disponible en http://agropucv.blogspot.com/2010/06/petitorio-confech.html
[8] Un análisis más detallado de este instrumento, fue elaborado por el Colectivo Romanescu y se encuentra disponible en
[9] El detalle de estas demadas se encuentra disponible en http://fech.cl/blog/2010/09/02/directiva-fech-propone-los-objetivos-de-corto-plazo-para-potenciar-el-movimiento-estudiantil/
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